En algunas ciudades oceánicas, suele ser fácil llegar hasta la costa para gozar de un buen momento de salud junto al mar.

La naturaleza nos brinda verdaderos poderes terapeúticos como el agua, la presión, el movimiento de las olas, la luz del sol, el aire, la arena, las algas e incluso la dureza de las piedras.

Todas materias y fuerzas creadoras que, en expansión sobre nosotros, construyen un nuevo modo de aprehensión del mundo que nos rodea.
Estos son tan solo algunos de los privilegios de las ciudades frente al mar con poderes salutíferos.

Mis fotográficas contienen – mar, tierra – agua, edificación urbana – espacios biológicos; y nuestros cuerpos en el “entre”, en ese medio que estructura un posible ritual de ternura y placer para promover conexiones con entornos cotidianos y posibles, donde el agua nos lleva a esas “otras partes de la vida”.

Con este set de imágenes te propongo decorar con onda y elegancia tu hogar, oficina o studio accediendo a estas “ventanas” al mar y paisajes naturales que te inspiraran día a día manteniéndote conectado con la playa.